Blockchains públicas vs. privadas
A pesar de que la primera cadena de bloques distribuida del mundo es de carácter público, varias empresas han entrado en el sector y han encontrado formas de comercializar esta tecnología, lo que ha dado lugar a la creación de blockchains privadas autorizadas.
Las blockchains privadas se diferencian de las públicas porque los nodos que operan y aseguran la red se eligen de forma privada. Esto significa que la red está efectivamente centralizada, debido a que los nodos son propiedad de una sola entidad o de un conjunto de partes privadas.
Los defensores de la cadena de bloques argumentan que esto va en contra del propósito fundamental de la misma, que es la descentralización. Dado que la descentralización es la piedra angular de la seguridad y la integridad de las blockchains, el argumento es que si se centralizan todos los nodos no tiene sentido que las cadenas privadas se denominen blockchains.
Las cadenas privadas, por su parte, se han ganado su lugar; de lo contrario, la gente no las utilizaría. A pesar de las inquietudes respecto a la centralización, suelen ser más rápidas y pueden procesar más transacciones por segundo que las cadenas públicas. Además, las organizaciones que las utilizan pueden necesitar en menor medida las ventajas que ofrece una red descentralizada.
Por ejemplo, la blockchain privada Red Belly puede alcanzar velocidades de 30,000 transacciones por segundo; mientras que la blockchain pública más conocida, Ethereum, actualmente tiene una velocidad de aproximadamente 15 transacciones por segundo, aunque algunas actualizaciones han trabajado por resolver esto.
Las blockchains públicas son, como su nombre lo dice, accesibles para todos. Esto significa que cualquiera puede ver las transacciones, unirse a la red y consultar el código. Permitir que el público lo vea todo ayuda a garantizar el cumplimiento, la transparencia y la seguridad; pero también puede conducir a la explotación. Además, cualquiera puede alojar un programa en la red, lo que puede hacer que ésta se vuelva más lenta si llega a ser demasiado popular.
Como puedes ver, las blockchains públicas y privadas tienen sus propias fortalezas y debilidades, que varían dependiendo de cada blockchain en particular. Por lo tanto, las empresas, los desarrolladores y los usuarios deben elegir qué sistema prefieren utilizar dependiendo de la tarea que deseen llevar a cabo.